Bizcocho de naranja y chocolate

Hoy os traigo un bizcocho, pero no uno cualquiera... ¡sino uno de naranja y chocolate!

Para ser sincera, a mí nunca me llamaron mucho las recetas con naranja. Sin embargo hoy tenía ganas de hacer una receta en concreto: bizcocho con almendras y arándanos (que espero hacerlo más adelante para enseñaros), y de repente se me cruzó en el camino un bizcocho de naranja y me dije a mí misma "¿Y por qué no? ¡Tiene buena pinta, eso no se puede negar!". Así que me fui con mi novio al Mercadona a comprar los ingredientes, y después de cenar me puse a ello.

El resultado no fue mal del todo teniendo en cuenta que la primera vez que hago las cosas suele ser un desastre; y más teniendo en cuenta que el horno de Alex no lo controlo, y que tiene tanta potencia que tiende a quemar las cosas. Y más o menos eso fue lo que pasó, ¡Jajaja! Los bordes y el fondo no es que se quemaran, pero quedaron un poco... digamos tostados de más. Lo bueno fue que los trocitos de chocolate se me fueron hacia el fondo, así que la base del bizcocho, aunque algo pasada, está buena gracias al chocolate... Así que hay final feliz :)

Os voy a poner la receta original, con mis modificaciones y notas en cursiva, para que optéis por la forma que más os guste.

Y sin más dilación... ¡Empezamos!

Ingredientes

* 70 ml de aceite de girasol
* 250 gr de azúcar (en mi caso utilicé unos 230 gr de azúcar normal y dos sobrecitos de azúcar avainillado)
* 170 gr de harina (yo utilizo la especial de repostería)
* 1 sobre de levadura tipo Royal
* 3 huevos
* 1 naranja (de zumo, de las que tienen la piel fina y poca parte blanca, ya que es una zona amarga, y vamos a utilizar toda la naranja)
* 1 tableta de chocolate (yo escogí una de chocolate Milka)



Preparación

1. Lavamos bien la naranja, y la cortamos en trozos (yo la corté en cuatro, y cada uno de esos cachos lo corté en 3 o 4 cachitos).
    
2. Troceamos el chocolate sobre una tabla de cortar con la ayuda de un cuchillo bien afilado. Desde mi punto de vista lo mejor es que queden trozos desiguales, para después encontrarte pequeños trocitos... ¡o un buen pedazo que te saque una sonrisa! :) *
    
3. Echamos la naranja troceada en un recipiente (tipo jarra) junto con el aceite, el azúcar y los tres huevos. Batimos todo hasta conseguir una crema bastante líquida.
   
   Consejo: para cualquier receta en la que vayamos a utilizar huevos, yo recomiendo no echarlos directamente sobre el resto de ingredientes nada más abrirlos, sino primero ponerlos en un vaso y luego agregarlo. Sé que parece engorroso, pero si por lo que sea tenéis mala suerte y uno de los huevos está malo tendréis que tirar con todo. Mi novio siempre me decía que era una chorrada... hasta que un día salió uno malo y me tuvo que dar la razón :p
    
4. Como a mí no me gusta demasiado el encontrar trozos de cáscara de naranja o de limón (de ahí que siempre evite las ralladuras de estas frutas) lo que hice fue colar la mezcla para retirar todos los tropezones. Al final me arrepentí a medias, y de todo lo que me había quedado en el colador (que era bastante, por cierto) volví a echar más o menos un cuarto; por eso de no quitarle toda toda la gracia.
    
5. Añadimos a la mezcla anterior la harina y la levadura, tamizándola antes de irla agregando (con un tamizador o en el caso de que no tengáis, con un colador algo grande), y vamos removiendo con la ayuda de una espátula hasta que quede todo bien integrado. En ese momento es hora de agregar el chocolate, removiendo un poco más para que quede bien integrado en la masa.
    
6. Cogemos el molde y le ponemos un chorrito de aceite de girasol, y con la ayuda de un poco de papel de cocina engrasamos todo el fondo y las paredes del molde. Después ponemos un poco de harina y vamos moviendo el molde dándole golpecitos para que todo él quede con una capa fina de harina. Yo como soy así un poco brutiña le eché bastante aceite, así que tenía la sensación de que quedaba demasiada harina. Mi solución: darle la vuelta al molde encima de la encimera y darle golpes a las paredes y al culo del molde. Así se me soltó todo el excedente de harina de manera bastante efectiva ;)
    
7. Vertemos la mezcla en el molde
    
8. Con el horno precalentado a 180º arriba y abajo (y con la bandeja del horno forrada de papel de alumino, para que el bizcocho no se queme por abajo), lo dejamos a la misma temperatura, pero ponemos el calor sólo desde abajo, e introducimos el molde con la mezcla. Lo dejaremos en el horno durante unos 40 minutos.
   Como el horno de casa de Alex es muy fuerte, yo lo precalenté a 160º, y a la hora de meter el bizcocho lo bajé a 150º;  lo saqué pasados unos 35 minutos.

* Hace poco, viendo la receta del bizcocho de almendras y arándanos, me enteré de que la chica que lo hace antes de agregar las almendras y los arándanos a la mezcla los pone en un bol, les echa un poco de harina y los revuelve, haciendo que todos queden "enharinados". Esto lo hace para que esos ingredientes no se vayan al fondo del bizcocho y queden repartidos todo a lo alto. 

No tengo ni idea de si esta regla es aplicable a todos los ingredientes de ese tipo, pero por seas caso yo hice eso mismo con el chocolate... ¡que más vale prevenir que curar! ;D
EDITO: Al final el chocolate se fue prácticamente todo al fondo... ¡lo cual no me desagradó en absoluto la verdad! :)

Y lo único que queda por hacer... ¡Es degustarlo!

Espero que os haya gustado la receta tanto como a mí, y que me contéis si os animáis a hacerlo.

¡Un besazo enorme!

Antía

P.D.: Os dejo AQUÍ el vídeo en el que me basé para hacer esta receta, por si queréis echarle un vistazo a ese o a algún que otro vídeo de esta chica... ¡Lo cual os recomiendo! ;)

P.D.2: Perdonad la falta de fotos, pero es que en el momento de hacer el bizcocho no tenía ninguna cámara en casa.